ÉS BÓ MASTURBAR-SE?

La masturbación es una de las prácticas sexuales más mitificadas y estigmatizadas por la sociedad, porque no se ajustaba a la conceptualización tradicional del sexo como algo cuyo único fin era la reproducción. A día de hoy ya no pensamos así (¡menos mal!), pero todavía quedan algunos restos de esa visión arcaica de la sexualidad, que unidos a la falta de educación sexual se convierten en una pesada mochila de prejuicios y desconocimiento, interfiriendo en nuestro placer y en nuestra libertad sexual.

 

Lo que nos dice la ciencia es que la masturbación es una práctica saludable con múltiples beneficios para la salud física y mental, y que además nos permite disfrutar mucho más de nuestra vida sexual.

 

Todo el mundo se masturba 

 

La masturbación es una conducta tan natural e instintiva, que pensar que tiene algo de malo tiene tan poco sentido como pensar que es malo reírse o andar. De hecho, todo el mundo se masturba, salvo algunas excepciones que suelen deberse a la educación recibida durante la infancia o a motivos religiosos.

 

La masturbación te ayuda a conocerte 

 

Masturbarse es una forma maravillosa de autoexplorar el propio cuerpo y el propio placer. Te ayuda a saber qué tipo de estimulación te gusta y cuál no, qué ritmo y presión necesitas para llegar al orgasmo, y aumenta tu seguridad a la hora de tener relaciones sexuales.

 

La masturbación aumenta el deseo sexual

 

Se suele pensar que la falta de sexo, incluyendo la masturbación, aumenta el deseo sexual. Pero en realidad es todo lo contrario. Mientras más sexo tenemos, más queremos. Y mientras menos activos estemos sexualmente, menor será nuestro deseo. 

 

La masturbación mejora tus relaciones sexuales 

 

Masturbarte sin prejuicios te permite conocer mejor tu placer y tu cuerpo, mejorará tus relaciones sexuales y te será más fácil transmitir a tu pareja sexual lo que te gusta. Además, la masturbación es una práctica maravillosa para hacer en pareja. 

 

La masturbación es buena para la salud física y mental 

 

El orgasmo tiene muchísimos beneficios. Para empezar, con él se liberan sustancias químicas que actúan en tu cerebro provocando sensaciones de bienestar y relajación. Además, las contracciones fortalecen el suelo pélvico y alivian los dolores menstruales. 

 

Masturbarse habitualmente es muy recomendable para la salud de la vagina y del clítoris, porque favorece el riego sanguíneo, que es imprescindible para una buena lubricación, para la erección del clítoris y para una correcta respuesta sexual.

 

Y en el caso de personas con pene, la eyaculación frecuente contribuye a una salud óptima de la próstata, y los estudios indican que reduce la probabilidad de desarrollar cáncer de próstata.

 

No hay una frecuencia ideal estándar

 

La frecuencia adecuada para masturbarse depende de cada persona. Hay personas que lo hacen diariamente y personas que solo una o dos veces al mes, y las dos frecuencias son normales.

 

Así que, a partir de ahora, recuerda siempre que la masturbación es una forma de autocuidado, que aporta muchos beneficios a tu salud y a tu bienestar.