Fantasías sexuales de hombres y de mujeres

El término “fantasía” proviene del concepto alemán “phantasie”, que fue creado por el mismísimo Freud para designar a la imaginación.

 

Y es que las fantasías sexuales son ideas que creamos en nuestra mente y que nos provocan excitación.

 

Éstas ponen en juego nuestra creatividad sexual y no tienen por qué incluir sólo imágenes mentales, sino también recreaciones de los otros sentidos, como el tacto o el oído.

 

Teniendo en cuenta que el cerebro es el principal órgano sexual, veamos que fantasías sexuales se repiten en la cabeza de los hombres y cuales son recurrentes en la mente femenina, y si ambas coinciden.

 

Fantasías sexuales de los hombres

 

Hacer un trío, con 2 mujeres y el chico como protagonista, es uno de los sueños eróticos de la mayoría de los hombres.

 

El francés ménage à trois parece ser un tópico que se repite generación tras generación, aunque no todos los que fantasean con esta idea la llevarían a cabo realmente, quizás por guardar fidelidad a su pareja o por verse superados por la situación.

 

Otra fantasía sexual recurrente en la mente masculina es el cambio de rol femenino, que transforma a su amante en una enfermera sexy, una policía cachonda o una colegiala traviesa, entre muchos otros. 

 

 

Esta fantasía puede convertirse en realidad gracias a los disfraces eróticos.

 

Aunque a veces, el fetiche se alimenta sólo a base de complementos de lencería sexy, tipo ligueros o picardías.

 

Ellos también se excitan viendo a otras parejas o personas desnudas, tipo voyeur, imaginando como sería el tener sexo con una extraña o practicarlo en lugares públicos, con el miedo a ser sorprendidos.  

 

Fantasías sexuales de las mujeres

 

Por el contrario, las mujeres disfrutan siendo observadas mientras practican un striptease delante de su pareja o de un desconocido, para sentirse atractivas y saber que son objeto del deseo sexual de alguien.

 

En este sentido, si a ellos les gusta mirar y a ellas les pone que las miren ¡ya está todo hecho!

 

Una fantasía sexual femenina que es recurrente es el “sentirse dominada”. Maniatada y con cachetes incluidos, al más puro estilo “50 sombras de Grey” y con sus juguetes eróticos de bondage  incluidos. 

En este papel de dominación y sumisión sexual hay dos tipos de mujeres: las que fantasean con ser dominadas y las que quieren ejercer el papel de dominatrix.

 

Los sexólogos apuntan que las primeras podrían tener un fuerte control sobre sus vidas y la necesidad de perderlo en momentos de pasión sin freno, mientras que las que sueñan con ser “las dominadoras” necesitarían tener más control y poder en su vida real.

 

Ellas coinciden con los hombres en la fantasía de practicar sexo con un desconocido y también les atrae el hecho hacerlo en lugares públicos, aunque son más reticentes a llevarlo a cabo en la vida real.

 

Sean como sean y vengan de quien vengan, las fantasías eróticas son la mejor excusa para desconectar del mundo real, aunque sea por unos minutos, y pueden ayudar a mantener el deseo sexual activo en una relación de pareja.